Como ya publiqué dos entradas atrás, teníamos que compartir una reflexión sobre un suceso de nuestra vida que estuviese relacionado con nuestra educación, y el día de hoy nos hemos dedicado a escuchar muchas de las confesiones realizadas por nuestros compañeros.
Cada persona es un mundo, y las vivencias de cada uno se diferencian de las de otros. Como he podido comprobar, no solo las experiencias, sino también los aprendizajes que se adentraban en nuestra cabeza. Es decir, aún habiendo vivido la misma experiencia, cada persona aprende algo diferente, así como lo vive de distinta manera.
A continuación mi linea del tiempo:
